Gemma, a veces, me sonríe.
En la parada del autobús veo un anuncio publicitario donde observo cada mañana a esa muchacha. Me mira de arriba abajo, y no deja d lanzar un profundo beso callado sin ruido alguno. No hace falta que sea ruidoso. Lo siento como suyo. Miro alrededor y observo la gente dormida aun del letargo de la mañana sombría aun con las luces encendidas. Muchos la miran sin la menor atención, otros en cambio no dejan de relucir en su rostro un gesto lascivo y de lujuria controlada; que a pesar de su disimulo no dejan de imaginar un encuentro con tan bella vestal.
Un hombre mayor me mira y como si mil demonios cruzaran en su ser, me miró con gesto de desprecio, como si una inmoralidad hubiera cometido. ¿Será acaso la envidia de mi juventud? ¿Será acaso que él no puede soñar? ¿O es que se ha levantado con mal día? No se. Allá él. Sigo mirando a aquella muchacha sin que me importe mucho.
Otro señor miró aquel mensaje publicitario. Su mirada se perdía por las líneas marcadas de su escote, tratando de morder aquella fruta prohibida del jardín del Edén. No se me ocurrió otra cosa que decirle: Es mi novia ¿pasa algo?. Aquel hombre me miró y casi como avergonzándose agachó la cabeza y miró para otro lado. Y es que a veces Gemma, me sonríe con su dulce mirada a través del cartel.
3 comentarios
caramelo -
;o)
Declan painKiller -
Capitan Calandraka -