El espectador contribuyente
A este paso
a ver una película de cine español va a irse p
m
Tras ver aquel domingo a la gala de los Goya y ver el discursito de apertura, se me puso un mal cuerpo encima, que vamos
Ni mas ni menos, se les ha ocurrido copiar una idea de la SGAE, que ya la quisiera para si el Teddy Bautista ese, ya que mi amigo calandra ya dijo algo sobre tan turbio personaje de marras. No hace falta añadir mucho, solo que ahora, los espectadores que acudimos a las salas de cine, nos van a convertir en contribuyentes. ¿Cómo? Pues muy fácil abonando una tasa por cada entrada que de cine extranjero compremos para poder sufragar el cine español; toda vez que los espectadores de dicho cine han sufrido un descenso de tres pares de narices. No me extraña. Después de su algarada de pancarta y pandereta política, el publico, que tontos no somos, les hemos dado la espalda y con razón. Solo hay que ver las tonterías que se filman al año. Y encima dicen con toda desfachatez que es la singularidad nuestras, nuestra forma de ver las cosas y de mostrar como somos.
Quien oiga esto se estará riendo de nuestra jeta hasta en las Antillas. No hay más que ver que muy pocas (o exiguas) películas, tiene la calidad suficiente como para poder catalogarlas como películas. Y es que nuestro cine peca de ser un cine de autor que cuenta historias estúpidas, que a muy poca gente le interesa y que en el fondo, como han salido muy esquilados de su apoyo político ahora pretender llenarse la andorga a costa de que todos y cada uno de nosotros les sufraguemos el wiskie, sus vicios inconfesable y algo mas ya que las subvenciones son limitadas y no hay para todos.
Pues señores del cine español ¿quieren recuperar taquilla y público? La solución es sencilla: aprendan de Hollywood. Aprendan a autofinanciarse. Aprendan a no depender del contribuyente. Aprendan a hacer cine del bueno, y si quieren hacer cine de autor PAGENSELO DE SU BOLSILLO, que ya de por si ya hago verdaderas películas dramáticas para llegar a fin de mes sin la amenaza de los números rojos. Déjense de excepciones culturales que solo son chorradas. El público va al cine, a pasar un rato entretenido y si eso lo consigue el cine americano, será por algo.
Ni mas ni menos, se les ha ocurrido copiar una idea de la SGAE, que ya la quisiera para si el Teddy Bautista ese, ya que mi amigo calandra ya dijo algo sobre tan turbio personaje de marras. No hace falta añadir mucho, solo que ahora, los espectadores que acudimos a las salas de cine, nos van a convertir en contribuyentes. ¿Cómo? Pues muy fácil abonando una tasa por cada entrada que de cine extranjero compremos para poder sufragar el cine español; toda vez que los espectadores de dicho cine han sufrido un descenso de tres pares de narices. No me extraña. Después de su algarada de pancarta y pandereta política, el publico, que tontos no somos, les hemos dado la espalda y con razón. Solo hay que ver las tonterías que se filman al año. Y encima dicen con toda desfachatez que es la singularidad nuestras, nuestra forma de ver las cosas y de mostrar como somos.
Quien oiga esto se estará riendo de nuestra jeta hasta en las Antillas. No hay más que ver que muy pocas (o exiguas) películas, tiene la calidad suficiente como para poder catalogarlas como películas. Y es que nuestro cine peca de ser un cine de autor que cuenta historias estúpidas, que a muy poca gente le interesa y que en el fondo, como han salido muy esquilados de su apoyo político ahora pretender llenarse la andorga a costa de que todos y cada uno de nosotros les sufraguemos el wiskie, sus vicios inconfesable y algo mas ya que las subvenciones son limitadas y no hay para todos.
Pues señores del cine español ¿quieren recuperar taquilla y público? La solución es sencilla: aprendan de Hollywood. Aprendan a autofinanciarse. Aprendan a no depender del contribuyente. Aprendan a hacer cine del bueno, y si quieren hacer cine de autor PAGENSELO DE SU BOLSILLO, que ya de por si ya hago verdaderas películas dramáticas para llegar a fin de mes sin la amenaza de los números rojos. Déjense de excepciones culturales que solo son chorradas. El público va al cine, a pasar un rato entretenido y si eso lo consigue el cine americano, será por algo.
